lunes, 29 de enero de 2007

Tres gotas de enfado

Buenas!

Aristóteles, en su idioma Ἀριστοτέλης, era un tipo ciertamente listo... gustaba de pensar, y de no ponerle freno a tal afición, se perdía en temas como la lógica, la biología, la filosofía, la física, la ontología, la psicología, la ética, la política, la gramática y la estética... nada más y nada menos.

Pues un día estaba Aristoteles paseando por ahí, y después de una acalorada discusión pensó algo más o menos así:

"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo."

Asumo que enfadarse es una manera de extender o mostrar nuestro amor, asumo también que libre de cordura está el que piense que puede no enfadarse nunca, asumo que me voy a enfadar algunos dias y que ciertas cosas me irritarán... pero no asumo no poder controlar ese enfado, no hablo de perder los estribos y gritar y escandalizar... no me refiero a ese tipo de control, es más bien el control de lo que te afecta, cuando un enfado deja de ser sano y deja de ser algo pasajero, cuando el enfado se vuelve independiente, ya no eres tú con un enfado... es un gran enfado que te tiene a ti... esto se me escapa de las manos ¿Cómo pedir perdón cuando de corazón, crees no tener que hacerlo pues no hallas motivo alguno? ¿Y si no hay acuerdo posible y la única solución es asumir disparidad de pensamiento? ¿Porqué es tan dificil desenfadarse?

Hoy me disculpo ante todos aquellos con los que compartí un enfado, si hice daño... seguramente no quería, si grité fué porque le faltaba convicción a mi argumento, alguna vez no pedí perdón por verguenza... perdón, alguna vez he mirado mal, me castigan las lagrimas en justicia de los malmirados... no quiero enfadarme... y si lo hago... que sea con amor y facil de deshacer...

Saludos cabizbajo, medio triste... no pasa nada pero... que pena!

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