Les explico directamente, resulta que me regalaron unos cartones de leche desnatada.
En un momento determinado me preparo un café con leche y al dar el primer trago el cuerpo me reacciona ante el extraño sabor y dando un saltito atrás me aparto la taza de la boca tan rapido como me permite la intención que tengo de no manchar el suelo con café.
De inmediato me viene el impulso de tirarlo y tras comprobar que es porque la leche es desnatada y no entera, me vienen también ganas de tirar el litro entero y comprar un litro de leche entera para hacerme un café con leche que de verdad me guste.
Entonces en mi interior se abre el debate, una voz (voz mental) dice "¡No tires un litro de leche! ¡Animal! ¿Cómo vas a tirar alimento en buen estado? ¿Estamos locos o qué?". Otra voz (voz emocional) dice "¡¡¡Tira la puta leche rara esa!!! ¡No me gusta! ¡La leche buena es la otra y punto!". Una tercera voz (voz motor) dice: "A mi me la suda, me da igual, total de una leche u otra sacaré las proteinas y esas historias porque ambas leches la tienen".
Mientras tanto yo observaba alucinado toda esta discusión y así he dejado mis voces charlando mientras me hacía un cigarrito del amor y las escuchaba. Al final me he despistado oyéndoles y me he bebido el café frio.
Me han hecho pasar un buen rato.
Un beso! dulcearoma, su mente, su emoción, su motor y algo más que observaba.
