lunes, 1 de octubre de 2007

Supuesta comodidad de no pensar

Hola, se que últimamente escribo poco, no me lo dice nadie, pero lo se, y no escribo yo, escribe mi sensación de falta de compromiso, unos dedos llenos de culpabilidad que parecen mortificarse sobre el teclado. Será que me gusta la presión? No creo.

Pero también ando pensando y observando a la gente, en la que detecto el horrible hábito de no pensar, algo que me parece increíble, porque si bien hacerlo en modo constructivo no es del todo fácil, vease "Domar al tigre", es realmente sencillo intentarlo.

Gente que se enfrenta a una máquina para pagar un tiquet de salida de parking... gente que pregunta antes de mirar a la máquina "Cómo funciona?" y esa respuesta inmediata, muda, que solo oigo yo, esa respuesta que casi se me escapa del cuerpo de lógica que es, esa respuesta que nunca puedo dar... "Porqué no mira la máquina un segundo y trata de averiguarlo?"

Dejando de lado que mi trabajo es ayudarles a pagar y a salir, me resulta exasperante que la gente prefiera preguntar a descubrir, sobretodo cuando están tan cerca de la respuesta, apenas unos segundos para observar, les juro que es realmente intuitivo, pero la gente no quiere, no quiere, además muchos están enfadados.

Cada vez me cuesta más encontrar sonrisas, o gente despierta, también cada vez me sueno más arrogante pero al mismo tiempo, cada vez me importa menos.

Les hablé de Tania y Ricardo? No? Bien! Es de ellos de quien iba a hablar, pero las cosas a veces deciden por si mismas, hoy mandaban el tigre y los dedos.


Saludos, mezclando fichas de casino entre Ramana Maharishi y Krishnamurti.
dulcearoma y su látigo de algodón.