Estoy despidiéndome del que fuí en 2008 y me agacho al acecho de un nuevo año en el que quiero ser otro, en el que voy a ser otro, en el que no me queda más remedio que ser otro.
Ultimamente los momentos en los que me siento más vivo es cuando pienso en la muerte, y a menudo se apodera de mi la vanidad... demasiado a menudo.
A todos los que me esperan a pesar de que el viento no les lleve mi nombre por tardes y tardes, les digo que valdrá la pena, que he de morir de algún modo para volver a nacer y ofrecer la mejor versión de mi, y les aseguro que estoy viendo al viejo pablo apagarse en su vehemencia, que torpe he sido! Pero no nos lamentemos, brindemos por lo que cada uno tiene dentro.
Por mi parte, ya no prometo nada, nos quedan cuatro años.
Les quiero a todos cada dia más y así será por siempre, pues esto es el verdadero aire a respirar.
Ya no nos vemos más, en 2009 será otro quien les salude.
Eso si, seguirá siendo con dulcearoma alrededor.
Dos mil veintitrés besos, dulcearoma.
