Supe desde el principio que aunque mi tarea de profesor de inglés en la escuelita de repaso solo sería por un mes, unas cuantas anécdotas habrían de suceder, así ha sido, así está siendo, pero jamás creí que pudiera ocurrir lo del último día.
Resulta que uno de los seis chicos a los que enseño, precisamente el que más sabe y más estudia, es aficionado al japonés y conversando en clase, en un "break", lo comentó, como resulta que yo soy estudiante de cuarto año de japonés le ofrecí algunas fotocopias de primer año para que se familiarizara con el japonés académico por si eso despertaba un interés mayor.
El último día, al terminar, la jefa, como siempre se interesó por saber cómo había ido y comentando le dejé ir lo del japonés de este chico... como curiosidad, por ser amable y abierto... en fin! ahora creo que hubiera sido mejor si en lugar de contarle le hubiera dado una bofetada y me hubiera ido corriendo, un poco surrealista pero no más de lo que ocurrió en realidad.
El rostro de la mujer se transformó y de repente me sentí criminal, empezó una bronca de 30 minutos que incluía frases como: "Qué te has creído? Vienes a enseñar inglés! No a contar cosas de tu vida privada!", "Esta es MI escuela, tú trabajas para MI, Me has de pedir permiso para cualquier cosa!","La madre de este chico y yo TENEMOS UN PLAN PARA ÉL, este chico ha de ser ingeniero y no debe estudiar nada que lo distraiga","Me has decepcionado no se cómo has sido capaz" y cosas así.
Creyéndome el único cuerdo del mundo marché de allí jurándome salvar al chico de las garras de su madre y esa tipa que no se como llamar, le diré al chico que decida sobre su vida, que decida él, o sino acabará siendo ingeniero quiera él o no.
Enseñaré japonés clandestinamente!

Un beso! Y no sean malos padres, por favor! Les quiere un profesor de japonés con piel de profesor de inglés!
du du du dulcearomaaaa!