lunes, 4 de diciembre de 2006

Hilos que vienen de lejos

A menudo me siento un juguete de mi mismo... el corazón tiene más certeza pero habla en voz baja, la mente a gritos me impone su verdad y realmente me confunde. ¿Cómo hemos podido otorgarle tal poder? Debiera ser una herramienta para nuestro bien... y le regalamos los mandos de nuestro gobierno.

A menudo me quiero arrancar la piel y echar a mi cerebro, ser un chorro de miel, convertirme en perro. Destrozar todas las normas y obedecer un impulso, pero me detengo a tiempo y reviso postales de comodidad, y me acuesto en la realidad soñando la revolución.

(suspiro) últimamente me late con fuerza el alma

no se que me pasa, no quiero que se me pase.

Saludos, desde siempre, dulcearoma.

2 comentarios:

ariadna dijo...

que no se te pase, que no se te pase!

Anónimo dijo...

Supongo que no tengo angustia porque no tengo pasta hahaha

*Espero que esa foto no sea en 2006.12.4.... porque debiste pasar frío mil.