lunes, 26 de noviembre de 2007

Tortosa

Olah,

Estuve al volante de mi máquina durante horas, durante kilómetros, alejándome de todo, haciéndo del hombre y el asfalto todo una sola cosa. Me fuí a Tortosa.

Estuve en la montaña visitando viñas, aprendiendo sobre el vino y las uvas, y bebiendo, fundiéndome con el roble que guardaba esa maravilla, una caricia granate en la garganta.

Estuve en un castillo por el que corrían hombres con casco y espada, hombres que gritaban a sus mujeres que cuidaran a los niños y no salieran de casa, y montados a sus caballos galopaban hacia la muerte en nombre del reino, cuyo máximo exponente eran el monton de piedras que emergina bajo sus pies. Estuve en un castillo.

Y por fin paseé, me perdí, me volví a encontrar, y estuve frente a una niña de piedra a la que le pasaba algo. Le tome una foto y la miré con cariño.


Un saludo, dulcearoma, con la hora pegada al culo, que pena!

3 comentarios:

zime dijo...

Que viaje te has pegado... que lindo viajar, viajar y viajar!!!

dulcearoma dijo...

Hola Zime!

Sííí, un viajote!

Un beso!

color lili dijo...

Esa estatua tiene una cierta aura. Tan lindo viajar y llegar a lo sagrado de las cosas. Hay una frase de un viajador Nicola Bouvier dice :
"Un voyage se passe de motifs. Il ne tarde pas à prouver qu'il se suffit à lui-même. On croit qu'on va faire un voyage, mais bientôt c'est le voyage qui vous fait, ou vous défait."