Se acaba el año, y no es que pase nada... nosé nada en concreto, pero se acaba el año.
Y de pequeño al empezar cada curso imaginaba grandes y perfectas libretas nuevas y me sumergia en la regia promesa de escribir cada cosa con tal color y presentado impoluto desde la primera hoja... cosa que me hizo arrancar miles de primeras planas.
Hoy, todavía siento una pequeña necesidad de empezar bien desde el uno de enero y ciertos propósitos nacerán tal dia... pero ya no arranco páginas... las dejo y las termino de errar... con intención vital... de transformar el error en gozo.
No quiero regalos envueltos... quiero miradas de seda,
no pienso en cuando se acabe... pienso en cuanto queda,
no dejaré de vivir... no mientras pueda,
y aunque nos maten a edificios... yo cuidaré una arboleda.
no pienso en cuando se acabe... pienso en cuanto queda,
no dejaré de vivir... no mientras pueda,
y aunque nos maten a edificios... yo cuidaré una arboleda.
Saludos a todo el mundo empezando por ti!
dulcearoma, a veces me da por no existir.
4 comentarios:
yo tengo una libreta maravillosa. Tanto que no me atrevía a ensuciar su magnífica primera hoja blanca. Hasta un día, en París, en que empezó a nevar. Y escribí eso, para que la hoja siguiera en blanco. Feliz primer cada día del año, dulcearoma
las libretas tienen algo...
como en La noche del oráculo de Auster... era ahí verdad?
Felicidad a raudales Ari... a raudales!
Després de llegir el llibre de “Seda” em quedo amb la primera frase
(No quiero regalos envueltos... quiero miradas de seda)
siempre Sr.Anónimo... veo que sus gustos literarios son sobresalientes...
Agradézcole always su aparición...
un guiño de seda!
dulcearoma
Publicar un comentario