miércoles, 21 de febrero de 2007

Cuervos graznando fines

Hola!

dulceneneta me ha pasado una cadena.

Se trata de buscar la página 123 del libro que estés leyendo y citar el párrafo siguiente a las cinco primeras lineas. Así que alla voy:

"Ya he contado la historia de Okatsu Mara que era un bandido. Ya había matado a 99 personas y estaba a punto de matar a su madre, cuando en ese momento, el Buda Sahkyamuni lo salvó y lo convirtió en su discípulo; tomó el buen camino. Aunque continuéis haciendo zazen solos durante vuestra vida, eso no será el verdadero zazen. El zazen egoísta no es el verdadero zazen."

De Gakudoyojinshu de Dogen.

No puedo imponérselo a nadie así que todo el que lo desee debe continuar con esta cadena.

El pensamiento de hoy iba sobre pájaros negros que sobrevuelan mi interior a pesar de mi y que me graznan que todo se acaba, que llega el fin, como el cuervo de Poe que no paraba de decir "Nunca más". Todo tiene un fin, supongo que su vuelo también... de momento he decidido postergar ese pensamiento, tal vez si no pienso en el fin, el fin no llegue... seguramente piense lo que piense, el fin hará lo que tenga que hacer, venir o no venir, independientemente de mi, así que he decidido matar esos pájaros con esperanzas eternas gigantes que pueblan mi cielo de sonrisas y utopías, soy más feliz así.
Saludos! Pues sí, resulta que a veces... descanso al cerebro, que no siempre hace caso.
Buenas Noches, amigos y desconocidos!
Saludo especial a Me-chan!
dulcearoma

lunes, 19 de febrero de 2007

Zen en el taller

Hola amado mundo,

Ultimamente ando leyendo un libro llamado Gakudoyojinshu del maestro Dogen, habla sobre cierta visión japonesa del Zen, la verdad no tengo mucha idea de Zen pero para ser francos no dista mucho de lo que leí de Osho o Las nueve revelaciones, incluso de lo que leí acerca del poder psicotrónico...

Uno de los puntos que me maravillan, es la lucha contra el propio ego. Deshacerse de la idea del Yo y Lo Mio, es un poco dificil... es como tratar de imaginar todo el universo a la vez... no me cabe en la mente! Me doy cuenta de lo egocéntrico que he sido en el pasado y de que aún lo soy, aunque trato de evitarlo.

La vida me ha propuesto un ejercicio interesante, les cuento: Mi viejo me necesita porque temporalmente está impedido, me tuve que mudar a su casa y he de estar con él de 6 de la mañana que sale a laburar, hasta que vuelve a casa, yo conduzco por él y además me paso el día sujetándole cosas y alcanzándole otras. Total que he tenido que abandonar mis intereses, no puedo irme a vaguear cuando quiera, no me levanto cuando quiero... estoy todo el día a su disponibilidad, porque realmente lo necesita.

Y nada más... hoy pensaba que no he hecho nada para mi, que no había hecho caso a mis ganas de ir para acá o para allá, y me sentaba al sol frente al taller dejando a mi viejo hablar tranquilo por teléfono y comprendí que estaba haciendo mucho por mi... por primera vez en mucho tiempo, no dejé a mi ego decir nada, dediqué el día a otra persona que no era yo, ni mis caprichos, estuvo bien, para mi para mi... solo me quedó pensar.

Ayuden a la gente... si quieren... se sentirán bien... pero no lo hagan para sentirse bien, así no vale! Y quien carajo soy yo para decir esto? Bueno, nadie. (perdón si sueno pedante)
En realidad que más da quien diga las cosas? Lo que importa es el mensaje, no?

Un beso, disculpen ando medio confuso! dulcearoma

domingo, 18 de febrero de 2007

Lo que cabe en un minuto

Hola, es increíble todo lo que cabe en un minuto.

Una caída mortal, un abrazo eterno, el grabado de un paisaje en el recuerdo, suficiente lluvia como para empapar, un minuto más de sueño puede ser la mejor de las dormidas, en un minuto cabe la verdad... y también la mentira, en un minuto puede cambiar el día, y también la vida.

En menos de un minuto te rechazan y te has ido, en menos de un minuto te dan la mano y con ella, motivo para sonreir, en un minuto cabe mucho pensamiento, cabe el primer beso de dos, y su último beso también, tal vez necesiten algún minuto extra.

Regresaba a mi casa y me llamaron al teléfono, mi padre sufrió un accidente, tiene la pierna mal, no puede conducir... me mudo a su casa por veinte días, es desde donde escribo hoy, la llamada no duró más de un minuto y me cambió de pueblo por un mes, en un minuto caben muchas cosas.

En un minuto cabe la canción "La dernière minute" de Carla Bruni.





Un beso de un minuto o sesenta besos de un segundo! dulcearoma