domingo, 6 de julio de 2008

Hablando con sordos

Muy Buenas!

La última aventura viene de una de esas carambolas de la vida en la que tras un par de movimientos extraños uno se pregunta cómo carajo acabé aquí. Sin duda lo primero es que se toman decisiones estando dormido y así es difícil calibrar las consecuencias, lo segundo es que el mayor riesgo es no arriesgar y entre tanto mensaje un tanto contradictorio, uno se lanza.

Les presento una nueva faceta de dulcearoma: Profesor de Inglés.

Estoy dando clases en una escuelita de repaso para chicos que, o no lo hicieron bien durante el año o son esclavos de la presión de sus padres que quieren hijos que los mantengan en años venideros y ademas superen las frustraciones de ellos mismos, los padres.

Es difícil enseñar a quien no quiere, nunca pensé que tanto, y esa barrera social del respeto al profesor o la natural del respeto a quien sabe más o es mayor... está desintegrada.

Situación: le digo a un chico, haz por lo menos uno de los ejercicios por favor, el chico me responde, espera sentado jajaja.

Si a esto le sumáramos que el director de la escuela entra en ese momento y le regala al chico "gracioso" una magdalena, un chupa chup y un caramelo, me diríais que no me pase, venga dulce! que las pelis de Buñuel ya son de Buñuel!

Bueno ahora les digo que no lo dejen en la hipótesis, que fué así, que así pasó y que no puedo describir mi cara en aquel instante.

Hablando con sordos que reciben premio por no entender! Me abrazo a mi cordura con pavor.


Un beso, acaso kisses! sweetaroma.