A veces pasan cosas increíbles, sin duda.
Esta mañana hacía muchísimo frío, al llegar a la estación de tren, me he metido rapidamente en el vestíbulo de taquillas a picar mi billete y, como tenía ganas de fumar, me he liado un cigarro...
El tema es que dentro no se puede fumar así que he salido al andén a pesar del frío... allí había una señora de unos 45 años, un chico marroquí, de unos 20, una pareja de turistas alemanes, un tipo extraño y una chavala de 17 que estaba haciendo campana... todos estabamos absolutamente helados.
El chico marroquí, que llevaba un chandal deportivo que no pintaba muy abrigante, exclama en voz alta, este invierno viene cuando quiere, eh? Y acto seguido la señora empieza a reir fuertemente ante la estupefacción del resto y mirándome a los ojos grita, aaaay que nos va a dar algo! Jajajajaj! Y de repente me había pasado la bola... lo notaba en que de golpe entre un montón de desconocidos había más de dos personas mirándome a la espera de que yo dijera algo, y no les iba a defraudar, así que he soltado, el invierno es como el tren, llega tarde pero llega... y ha sido un chiste de un éxito desproporcionado, ha causado mucha gracia y en cuestión de segundos, desde el comentario primero del chico, aquello se ha convertido en algo como una reunión de amigos, todo el mundo hacía comentarios, reían, asentían con la cabeza ante las opiniones de los demás... se respiraba confraternización... curioso y agradable.
Hay teatros dispersos, a veces te cuelas en un escenario y participas de un acto... y cambias de obra. Ha durado pocos minutos, pero ha sido muy guapo empezar el día así.
En Sydney hacen grafos geniales, la prueba.Saludos! Es guay sonreirle a la gente, dulcearoma.
